Algo que se aprende con los años en los negocios es que las prisas no siempre son malas consejeras. Un valor del emprendedor es actúar con rapidez cuando más o menos tiene claro qué idea de negocio quiere desarrollar. En el campo de batalla de Internet la velocidad es fundamental. El propio medio evoluciona muy rápidamente, la tecnología, los servicios, los dispositivos, laS experiencias de los usuarios. Y así también deberían las empresas y los profesionales darle al acelerador para lanzar sus ideas a la Red.
El primer euro que veas que nace de tu idea en Internet es un momento especial. Pero no esperes mucho tiempo a que eso pase. Aunque a tu negocio le falte su modelo empresarial, su plan de marketing, aunque a tu website le falten muchas páginas, sácalo al aire lo antes posible. Las razones son varias. Por una parte la propia experiencia del que escribe este post, que analizando muchos negocios que ha tocado, esa conclusión es común a casi todas esas experiencias. Y por otra parte la propia visión de lo que actualmente está ocurriendo:
La carrera por posicionarte en Google es relativamente lenta y artesanal, así que cuanto antes lances tu dominio, tus palabras clave, tu estrategia en redes sociales para generar tráfico, antes obtendrás resultados. Google empieza a contar desde el minuto cero y cuanto antes te conozca, mejor. Por otra parte, el factor visual de tu web es muy importante, para ti y tus usuarios. Tu web tiene que tener ojos en tu primera versión beta para con la experiencia y en poco tiempo poderla ir desarrollando y evolucionando, a medida de cómo se va comportando. No esperes a desarrollar super-usabilidad y código AJAX por todas partes, quizás con un blog podrás empezar a darte a conocer a tu mercado y él a tu idea creativa. Y como última razón pienso en la propia ilusión del emprendedor y del equipo humano que desarrolla el negocio, cuando antes estés on-line, antes sonreirás. Eso sí, después de este inicial sprint, acaba y modela tu plan de marketing, que por cierto, en Internet siempre estará vivo.
Si nos lo hubiéramos pensado varias veces nunca hubiéramos llegado a la Luna.