Con la aparición de las redes sociales y el despliegue espectacular de Internet estamos viendo en muchos sectores y algunas organizaciones la preocupación de estar en el medio, sea como sea. También estamos leyendo a profesionales muy preocupados en hacer grande su networking, en gestionarlo, en medirlo, al mismo estilo de hacer alto su número de fans&followers. Parece además una carrera para ver quien llega antes. Y en nuestro contexto, en España, no siempre la innovación debe entrar a todos por igual y con la misma velocidad.
Una de las enormes ventajas que nos ha traido la sociedad de la información y de la conversación es el networking. Internet facilita el acercamiento y posibilita que personas que tienen cosas en comun se relacionen, de un modo que en condiciones normales hubiese sido casi imposible o improbable.
Pero el networking no ha nacido con las redes sociales y los recursos de la web 2.0. Es más viejo que la tana. Recuerdo en mis comienzos de profesional del marketing que hacíamos eventos de networking, los llamabamos desayunos de networking. Apenas nos enviamos emails, ahí empezó el «Net». El teléfono y buen folleto eran los intrumentos de marketing para promocionar un evento de colaboración profesional. El contenido era lo importante. Quien venía y de qué iba a hablar. Los alternábamos con eventos con otros, Desayunos con clientes, donde dialogábamos con ellos y los escuchábamos. Siempre, esto era un común denominador, teníamos que sentarnos en una mesa y como buenos españoles que éramos, mejor si era sobremesa, aunque sea con un zumo natural de naranja.
Antes de las redes sociales , blogs, comunidades web, el networking personal era más complicado, pero en realidad, y con ese nombre siempre ha existido. Las ferias, los congresos profesionales, los eventos de colaboración de networking existían incluso más que ahora. Y creo que además eran más útiles que algunas sesiones a las que he asistido y otras que veo por la red donde apenas hay más de veinte personas y donde creo que en ocasiones viran un poco hacia la amistad, siendo casi esta la excusa para la repetición del evento. No está mal la excusa, pero creo que no es del todo networking, en el sentido de rentabilidad profesional y empresarial.
Es verdad que Internet nos ha cambiado la vida. Ahora es más fácil hacer networking personal one-to-one, llegas a más sitios e incluso, y para mí es lo más importante realmente vas haciendo Long-Tail con él. A medida que crece el uso profesional de tus redes sociales, se va estrechando el listado de personas con las que realmente te relacionas, con las que realmente son importantes para tu trabajo y si quieres también, a nivel personal. Esas personas que quedan en la cola de tu networking (el long-tail) son con las que realmente te tienes que relacionar y las que te van a aportar un valor de colaboración. Piensa por ejemplo que tienes followers fuera de España cuando tu trabajo no traspasa fronteras. ¿realmente es tu networking?. Por eso no es tan importante el número de fans y followers, el long-tail en ocasiones, cuanto más estrecho mejor. Igual que en los desayunos donde al final era con dos colegas con quienes te intercambiabas tarjetas
No somos ni la Coca-Cola destapando felicidad, ni IKEA ó ZARA vendiendo sin parar. En España somos pequeñas y medianas empresas, un tejido profesional lleno de negocios familiares, socios que comparten alegría y penurias, emprendedores, autónomos, profesionales inquietos, funcionarios…. Y en ese contexto nos tenemos que mover, la pyme tiene su tiempo, y requiere para ofrecerle servicios una mezcla entre innovación y métodos tradicionales. Nuestro networking debe ser asi también, especializado y concreto, usando todo el arsenal de la web 2.0 pero sin olvidar en contexto humano del mismo.
Es evidente que las redes sociales, los blogs, microblogs como facebook y Twitter nos ayudan en mucho a promocionar eventos y acciones de networking, pero en sí, éste tiene que existir. Y además ser rico en contenidos y aportaciones. Es lo que está pasando que siendo todo más fácil nos olvidamos del fondo. ¿Para qué vamos a hacer un evento?, hacemos una comunidad en ning y llegamos a más gente!!! Asi me comentó hace poco un colega. Yo haría ambas cosas, pero sobre todo la primera.
Por eso la web 2.0 no puede taparnos los ojos, muchos compañeros echamos de menos los eventos más corporativos donde se estrechaban relaciones entre las empresas, donde con una conversación real entre los directivos se identificaba la empatía real de colaboración. A nivel empresarial hoy puede resultar más difícil encontrar una sinergia y una colaboración porque paradójicamente el número de seguidores de una persona le hace llevar más tiempo para su marketing relacional y olvidar la tradicional de las relaciones empresariales.
Así que aunque seamos unos socialnetworks-sexuales, estemos en LinkEdin, XING, facebook, twitter, comunidades, etc. nunca debemos olvidar el trato personal y real en las relaciones y colaboraciones profesionales y empresariales. Es de sentido de común. No hay nada mejor que compartir un buen vino para estrechar relaciones entre personas y empresas. O un zumo de naranja, o un café. Para gustos la rica oferta de la restauración española, y así de paso consumimos y ofrecemos nuestros establecimientos a quien quiera dialogar y conversar. Turismo 2.0 de verdad.